martes, 3 de febrero de 2009

La comunicación. Ponte en mi lugar.




Trabajo como comercial. Desde hace años alterno trabajos en lo que vendo diferentes cosas. Ultimamente me he especializado en la representación de equipos orientados al mundo industrial. Esto le añade un componente técnico que me estimula y hace mi trabajo más agradable e interesante.

 Empecé a asistir a los talleres de habilidades directivas y técnicas de comunicación hace unos años, a raíz de una oportunidad que surgió por un contacto familiar. Yo no conocía lo que estos pueden aportar al desarrollo personal y profesional, pero ahora no puedo dejar de recomendarlo. En mi caso, me ayudó a encontrar nuevos puntos de vista sobre los que reflexionar y trabajar en todos los aspectos de la vida. Me explico. Todos tenemos una vida social, profesional y personal en la que hemos de gestionar situaciones en las que se implican otras personas. Estos terceros reciben nuestras acciones y devuelven respuestas que, a su vez nos afectan y comprometen nuestro estado de ánimo y el de nuestro entorno. Sabemos que una mirada, un silencio y, como no, una respuesta intempestiva pueden afectarnos mucho en lo emocional, pero también en el resultado de nuestro trabajo o relaciones familiares.  Por lo tanto, es razonable pensar que, nuestras acciones tienen el mismo efecto en los que nos rodean, y sin embargo no solemos darle a estos temas la importancia que merecerían.
En un libro que estoy disfrutando desde hace unos días, se habla de una las peculiaridades del ser humano en su forma de relacionarse con los demás. Nosotros tenemos la capacidad de suponer la intención que subyace en las acciones de los otros. Podemos otorgar un motivo final para el comportamiento de un semejante. Es decir, no solo reaccionamos a lo que tenemos delante, lo que realmente ocurre, como haría otra especie animal, si no que lo hacemos con un prejuicio más o menos racional. Esta capacidad para asignar intención a los hechos nos ayuda en la medida en que prevemos acciones futuras de otros seres animados. 

El problema viene cuando nuestra inquieta mente utiliza este mismo procedimiento con seres inanimados. Somos capaces de asignar intención a los fenómenos meteorológicos, al calentamiento global, a la luz solar y hasta la propia ley de la gravedad. El mensaje de -"La tierra nos castiga por nuestros desmanes" No es tan retórico como se supondría en un análisis absolutamente racional. En círculos vehementes se cree y se teme el mensaje atribuyendo a la tierra comportamiento social.
Otro de los problemas inherentes a esta cualidad del comportamiento humano reside en nuestra capacidad limitada de analizar los signos y, por tanto de interpretar, en el otro, la intención correcta.  No hay más que recordar cómo nos oímos en una grabación o cuan diferentes nos vemos cuando nos graban sin que lo sepamos. Así, nuestros mensajes ya son diferentes a lo que quisiéramos que fueran y a la vez, están expuestos a la presencia de ánimo del receptor.
Ni que decir tiene que, esta dudosa cualidad de interpretar los mensajes según nuestro estado de ánimo nos mete en algunos líos de los que seguro todos tenemos ejemplos que recordar. 

Hoy me ha dado por esto y otro día me dará por lo otro. Je, je ... Te lo dedico (Lástima que no sepas quien eres) !!

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmmm! Totalmente de acuerdo en que según el estado de ánimo, interpretamos los mensajes...de una u otra manera...Pero también según el estado de ánimo emitimos de una u otra manera los mismos. Y creo que...descartando los grandes desastres naturales...ora personales, a veces imprevisibles e imposibles de evitar...Qué aburrido! sería todo si se sabe, se intuye o se predice de antemano qué nos va a ocurrir...
--Bonito post, me encantan tus reflexiones, compañero... ; )

Unknown dijo...

a mi me pasó eso el otro día:

"tu no vas a Paris, me temo, aunque pregunta por si acaso"
(yo pensando: snif, no voy a Paris, snif, no cuentan conmigo.. snif..)
pregunto si puedo ir a otro evento ya que no voy a Paris y:

"Tú, si no vas a Paris es porque se me ha pasado!!, no puedo estar en todo!! avísame con tiempo!!"

(yo pensando.. snif.. SI cuentan conmigo!! snif!!)

y a parte de todo, seguro que ese libro es de un filósofo de esos que no paran de repetirte lo que ya sabes pero con palabras ringo-rangas, a ver, qué parte del texto has copiado tal cual y modificado un poco para hacer tuya? eh? eh?.. un... 50%?
;-)

Rafa dijo...

tu, no sé que decirte, creo que anoche vino el negro de Ana Rosa y me lo escribió, je, je. Ay, con tan pocos datos, cuanta audacia...
Se me ha olvidado poner bibliografía, en realidad es difícil pero ahí va: el alma está en el cerebro (Eduard Punset), Por qué somos como somos (Eduard Punset), taller de habilidades directivas (Departamento de promoción económica del ayuntamiento de L´Hopitalet de Llobregat), Taller de dirección de equipos de trabajo (D.S.), Gestión de grandes cuentas y clientes especiales (D.S.) entre otras, perdonad el descuido. Tu, no sé si ofenderme o sentirme alagado pero este es un borrador que guardaba desde hace unas cuantas semanas y hoy me he visto con ganas de acabar. Uhm, se te dispara la escopeta sin querer o es que le tiras a todo??

Rafa dijo...

Anónimo, estoy de acuerdo. Pero hasta los desastres tienen mil puntos de vista, asi como las guerras, y cualquier situación. Por eso es más enriquecedor escuchar con las antenas bien abiertas que gritar nuestra opinión.

Anónimo dijo...

Cuando te pones en la piel del otro y aprendes a escuchar, entiendes muchas cosas, aunque a veces uno se olvida de su propia piel, y eso tampoco es bueno.

Me encanta la primera foto...

MFe dijo...

Hola Rafa, a proposito de ésto, me viene a la cabeza una frase que no se de quien es, pero es una gran verdad:
"del escuchar procede la sabiduría, y del hablar el arrepentimiento".
Un beso.

Rafa dijo...

Hola Mamen, a mi también me gusta, la he encontrado por ahí. En estos talleres de comunicación, a ponerse en la piel del otro le llamaban hacerse cargo de su estado de ánimo, pero si, de eso se trata.

Alma, no puedo estar más de a cuerdo. Es tan sencillo de entender y tan difícil de llevar a cabo. Otro beso para ti.

Santa dijo...

Qué te parece un... "Trata a los demás como te gustaría ser tratado..."

Ma gustao el articulito...

Un abrazo

Rafa dijo...

Hola santa, Me parece, pero hasta para eso hay que pensar antes. ¿Y si el otro prefiere ser tratado de otra manera? ¿Y si nuestros gustos no coinciden? Creo que el tema da para varios artículos, si te ha gustado este, igual lo desarrollo un poco más. Como siempre gracias por tu opinión y otro abrazo para ti.

Navegante dijo...

Desarrolla, desarrolla... me ha encantado esta entrada. Entraña muchas verdades pero al tiempo deja incognitas que se deberian valorar. La complegidad humana llega tan extensa como nuestros deseos pero al camino a recorrer lo llamamos vida.

Me ha gustado, te animo a continuar el tema, dara para mas, mucho mas.

Salu2 y una abrazo.

Rafa dijo...

Vale, navegante, desempolvaré un par de borradores y ahondaremos en los procesos de comunicación. Abrazo para ti.

Anónimo dijo...

Muy deacuerdo con lo escrito; creo que el estado de ánimo es una de las bases para la interpretación de absolutamente todo lo que nos rodea.

Saludines.

Rafa dijo...

Y el de los demás una cosa a tener en cuenta. Saludines para ti también.