lunes, 15 de diciembre de 2008

El oro de occidente


Sacrificados como estamos en aras de la recuperación, nos dejamos los detalles más importantes por el camino. Si has medrado en el trabajo lo suficiente para que tu empleo no peligre has de saber que es tu empresa la que pende de un hilo y que, por la cabeza del que manda pasan los mismos miedos que tu acabas de desechar como imposibles. El tsunami avanza y ya no hay tierra seca. El sentido de peligro es y tan tenaz que se ve en el sudor de la gente que antes se sentía importante por la labor bien hecha y, ahora corre  a esconderse para que lo le toque. Pero, ¿Qué hay de los de siempre?, Los que ya sufrían antes lo siguen haciendo ahora con más intensidad y menos, mucha menos repercusión. Es fácil ser piadoso con el alma en paz y una capa de seguridad gruesa y pesada, pero corremos como gamos a la primera  señal de peligro.
Las cosas no han cambiado tanto, mirando con perspectiva salvo que sea inmigrante, albañil, empleado de un fabricante de automóviles, pertenezcas a una de las miles de empresas que quebrarán por falta de financiación, o hayas tenido la genial idea de invertir lo que no tenías en el siempre seguro negocio inmobiliario, si no perteneces a ninguno de estos colectivos, decía, no tienes nada que temer...De momento. Ya, ya, el catastrofismo es lo peor para superar las crisis, hay que incentivar el consumo, que fluya el dinero, venga, cachondeo, sexo y drogas, bacanal...
Que fiestas tan extrañas se acercan, yo es que me parto.


1 comentario:

Anónimo dijo...

tranqui, que hace dos semanas escuchaba que la crisis duraría hasta el 2012 y ayer escuché que hasta primeros del 2010, así que no queda nada (y el mes que viene dirán que en seis meses ya, todo bien... como si lo viera...)

(que raro se me hace este formato de comentar...)