miércoles, 10 de diciembre de 2008

MALDITOS GESTOS...


Y ...es que pueden ser funestos. Interpretar es fatal para la salud. Y, cuando digo interpretar , no me refiero a un papel, que también. Me refiero a la interpretación de los signos... Hay nubes, luego va a llover... Y una leche, igual son nubes de esas que pasan volando solo para asustar. O, a lo mejor es humo, yo qué se, un incendio. Bueno los incendios huelen pero, y si están resfriado y no puedes oler?, entonces para ti el coloso en llamas es una tormenta localizada. Igual me estoy pasando pero, lo que si se es que si alguien te mira a los ojos y te promete el oro y el moro, deberías cerrar los ojos. Y al contrario igual. La sobre exposición a estímulos atonta más que la falta de ellos. Y hoy tenemos demasiados. hay cuarenta tesis doctorales en psicología clínica para cada manía absurda o tic inocente. Sabemos lo que dice el manual para cada caso. Lo vemos en la tele, en internet, nos lo cuenta nuestro cuñado que, a su vez lo ha visto en la tele o en internet... los trabajos de investigación de las  universidades disfrutan acabando con los más ancestrales misterios de la naturaleza humana. Una clase de nenes hambrientos de nota sacan conclusiones aritméticas a base de encuestas a cuestiones que el hombre ha debatido desde su nacimiento, en el ámbito de la filosofía e incluso la religión. Esto estudios generan pautas indiscutibles. Si A=B y este te pone el colesterol por las nubes... No comas A, tío !!  Eres un antisocial !.
Sigo con los gestos. Las muecas son  mentirosas. Uno fuerza una sonrisa cuando pretende mandar un mensaje:" Estoy bien, cómodo, no te preocupes por mi, preocupa te por ti por que te voy a machacar..." ¿Por qué no? Te lo diré. Por que, en realidad no tiene nada que ver con lo que nos muestren o nos insinúen. Nada es más fuerte que el amor a uno mismo, y nuestro cerebro lo sabe. Por eso todas las percepciones se basan en nosotros: "Si sonríe=Le gusto; Si llora=Le he hecho algo; Si se enfada= Ya la he cagao...". La vida gira en torno a mi ombligo, magnífico, por cierto. Y esta es la única verdad irrefutable que se me ocurre ahora mismo.

No hay comentarios: