miércoles, 21 de enero de 2009

Ayer


Ayer fue un buen día. La espalda me concedió un tregua (Ahora veo que momentánea). La jornada laboral resultó esperanzadora y todo giró más o menos a la velocidad y en el sentido que se le supone. Un día armónico y relajado, podríamos decir. La guinda estuvo a la hora de recoger a P en el colegio. Je, es una sensación increíble. Luego, cuando llegan a casa, pasan bastante de mi, tienen su ordenador, sus juguetes t su Disney Channel, pero el momento de la recogida es mágico. Lo es por que no pueden reprimir la alegría. Sonríen con toda la cara, con todo el cuerpo. Corren a mis brazos como si no las hubiera visto en un mes, y me abrazan con tanta sinceridad que me muero de gusto. 
Y, ahí me tienes, completamente entregado. Desarbolado por el huracán P ya solo puedo esperar, sin ninguna gana, a que escampe para retomar el ritmo diario. Queda mucho por hacer, tengo clase de inglés, están los deberes de las dos, los pijamas, las cenas, la cama, el cuento, el silencio...

Entonces, cuando ellas duermen, el ritmo se hace más lento. Ella se relaja, me mira en cada encuentro. Se suceden los besos, los roces suaves son entonces atendidos. La voz baja, la mirada cálida y uno junto a otro, confidencia y caricia hasta quedarnos dormidos. Mañana será otro día.

14 comentarios:

MFe dijo...

Ayy!! es igual que mi día a día, con la diferencia que no soy yo quien las recoge del cole, pero cuando llego a casa agotada, con el maletin casí caido, cansada, soñando con un baño relajante... de repente se me abalanzan dos fierecillas al cuello (...que me hacen polvo... todo sea dicho), pero no me importa. Es el dolor de espalda que mejor llevo jejeje...
Un beso.

Rafa dijo...

Otro para ti, Alma. Por ese primer abrazo ya vale la pena el esfuerzo de todo el día, y te ayuda a llegar sonriendo hasta la noche. Yo no siempre las recojo, por eso es tan especial cuando lo hago.

Santa dijo...

Disfruta esos momentos tocayo... Que se plantan en los diez y ocho sin enterarte.

Lo del cole lo he vivido con el de nueve, al mayor lo iba a buscar su madre.El parque era divertido(jugábamos con la pelota, la arena, los columpios...)

Espero que tengas el ánimo recuperado!

Rafa dijo...

Si santa, ya estamos en la rueda de la vida de nuevo. No suelo escribir sobre ellas pero, de vez en cuando me pegan un subidón que no pude por menos que compartir. Gracias otra vez.

ninfasecreta dijo...

Pues los míos, condenados, no se arrojan a mis brazos pero sé que ellos quieren del mismo modo que yo: sin aspavientos pero con afecto profundo.

Hay que conocernos... A los tres!

(A mí me da envidia la parte final, ésa que sustituyo por pistachos y soledad).

Un beso

Anónimo dijo...

Qué bonito...! Está vez son tuyas las palabras. porque yo sólo puedo decir GRACIAS...compañero.

Unknown dijo...

bueno, yo es que no tengo niños así que de eso no puedo opinar. En cuanto a la última parte pues distinta, bastante distinta, jejej

Rafa dijo...

Hola Ninfa, je, je eso va por momentos. Ya te digo que hay veces que les hablo y ni me miran. Por eso, cuando pasa, cuando se desbocan demostrando cariño, es tan alucinante.
Anónimo... Gracias a ti.

Tu, pues imagina toda la fauna de tu casa en tropel cuando llegas a casa. (Y le sumas que lleva cartera y que hacen preguntas).

duende dijo...

La verdad es que es una sensación maravillosa.
Disfruta de ellas, mientras puedas.
Besos

Rafa dijo...

Hola Duende, se ve que la conoces. Gracias por la visita

Navegante dijo...

Rafa, se que significa y que se siente en momentos como ese, yo tengo 3, bueno, en realidad 2 fierecillas y una casi fiera de 16 años y cuando me pillan... que decir, esos son los momentos por los que merece la pena vivir sacrificandolo todo, cueste lo que cueste.

Salu2.

Rafa dijo...

Je, je, Navegante, aún me queda mucho para que les lleguen los 16 pero de estos momentos me alimento cada día. Gracias por la visita

su dijo...

Yo la recojo siempre e invariablemente es el mismo placer, sale con sus amig@s, pero de repente me busca hasta que me ve y entonces se iluminan sus ojos y su sonrisa, luego depende del día hay achuchón y otros no... pero simplemente ver como me mira, me llena para poder "aguantarla" toda la tarde entre deberes y Disney Chanel... je y a la noche hay días que me encuentro sola, como hoy, y comparto mi soledad con mis ciber amig@s y hay otros días que estoy acompañada y tienes razón Rafa, es una gozada, mimos, cena hecha, besos, arrumacos y me quedo dormida en el sofá como un bebe...

Rafa dijo...

Su, y nos ayudan a que algo tan maravilloso forme parte de nuestra rutina. Luego es todo más fácil, y el sueño más dulce.